sábado, 15 de mayo de 2010

Gata



















Miro desde lo alto, le castañeo a las palomas
abro bien los ojos y empequeñecen mis pupilas.
Soy una gata en su terraza
dueña de lo que no le pertenece,
libre, serena, atenta, descansada.
Pasearé, me dejaré llevar por el instinto
observaré, desde la prudente distancia
defenderé, todo aquello que es mio.
Soy una gata en su mundo
libre, serena, atenta y descansada.

2 comentarios:

María dijo...

cada poema que haces me gusta más que el anterior...sigue, sigue...vas por el buen camino.

alón dijo...

Dejaste de escribir 2 años??? se oxidó la tinta de tu corazón?? los vomitos de tus fracasos tragaron saliba?? los gritos de tus éxitos lucharon contra la vanidad aduladora y se fueron por donde vinieron, sin hacer ruido??se calló??te caiste??te cayaron??te tumbó el silencio? te ganó su estribillo que decía "no vale la pena decir, no vale la pena hacer ruido, duérmete con mi nada escandalosa, que yo sé lo que sabes y nadie más necesita saber"??.

No pares, no dejes de hacer ruido, golpea las cacerolas de tu lengua y paladar. No hay sentimientos sin palabras, aun sin existir palabras que definan ni un solo de los sentimientos, siempre hay una imperfección esfozada.

Un auuuch!! que esfoza un dolor inesperado

Un snif que sugiere que enterraste el hacha de guerra y necesitas que te traten con cariño

Un ahhh!! de frustración delante del mar que haga bajar la marea


Ninguna de esas palabras definen lo que pretenden pero dejan constancia de su existencia.

Una Lola callada sigue siendo Lola, pero lo que callas deja ser lo que sientes, y una Lola que no siente ya no es Lola.

Un beso allá donde estés.